Dos Caminos en el Envejecimiento: ¿Cuál Será el Mío?

Esta semana ha sido muy emotiva para mí, ya que he visto el envejecimiento desde dos perspectivas completamente distintas. Hoy, mi querida suegra Dora cumple 95 años. Sigue viviendo sola, es independiente, lúcida y está rodeada de amor. Este es el tipo de vejez que me gustaría para mí: llena de vida, conexión y vitalidad.

A principios de la semana, viajé a Estados Unidos para visitar a mi hermano menor, Kurt, que tiene solo 61 años. Hacía tiempo que no lo veía, y fue un shock. Parece 20 años mayor de lo que es, con una mirada triste. Hace dos años le diagnosticaron cáncer de boca y garganta. Aunque ahora está libre de cáncer, tiene que alimentarse a través de una sonda y comunicarse escribiendo en su teléfono. Por suerte, puede vivir sin trabajar y tiene una pareja que lo cuida, pero su vida se ha vuelto increíblemente complicada. Es una realidad que no le desearía a nadie.

El contraste entre estos dos caminos me golpeó de lleno. Me dejó clarísimo lo vital que es la salud para nuestra calidad de vida y lo fácil que es darla por sentada. He tenido suerte: nunca fumé, me mantuve lejos del sol y en general he gozado de buena salud. Pero en los últimos 20 años, he puesto todo mi foco en el trabajo, dejando de lado otros hábitos saludables, como manejar el estrés, hacer ejercicio y comer bien. Ahora, mirando hacia adelante, siento que he estado jugando a la ruleta rusa con mi salud.

Envejecer no tiene que significar declinar pero depende de nosotros

En el libro, "Younger Next Year: Vive Fuerte, en Forma, Sexy e Inteligente – Hasta los 80 y Más Allá", del Dr. Henry (Harry) Lodge y su coautor Chris Crowley tienen un mensaje simple, pero profundo: envejecer no tiene que significar declinar. Mucho de lo que consideramos “envejecimiento normal” —obesidad, dolores articulares, confusión mental, apatía— no es inevitable.

Como dice el Dr. Lodge:

"Cuanto más investigaba, más claro me quedaba que esas dolencias y ese deterioro no son una parte normal de envejecer. Son una injusticia. Una injusticia a la que simplemente nos hemos acostumbrado porque pusimos el listón demasiado bajo.

Mucha gente asume inconscientemente que envejecer y morir van de la mano: una frase, casi una palabra, y definitivamente un concepto único. Creen que cuando envejezcan y se debiliten, morirán poco después, así que no importa mucho la calidad de vida en ese momento. Esa es una idea profundamente equivocada y un concepto peligroso para planificar tu vida. La realidad es que probablemente envejecerás… y vivirás. Podés volverte decrépito, si querés, pero no es probable que mueras de inmediato; es probable que vivas así por mucho tiempo. Hoy en día, la mayoría de las personas en los países desarrollados vivirán hasta los 80 y tantos, ya sea que estén en buena forma o andando con andadores. Y ese número va en aumento, así que probablemente llegarás a los 90, te guste o no. Y por eso es tan importante hacer que la última parte de tu vida sea maravillosa, y no un triste recorrido por la obesidad, los dolores articulares y la apatía. El ‘envejecimiento normal’ es intolerable y evitable. Podés evitar la mayoría de esos problemas y envejecer, no solo con gracia, sino con verdadera alegría."

De hecho, los estudios sugieren que el 70% del envejecimiento prematuro y las enfermedades están relacionados con decisiones de estilo de vida. Infartos, derrames cerebrales, cánceres, diabetes: no son inevitables. A menudo son el resultado de cómo vivimos.

La Primera Regla de Harry: Hacer Ejercicio Todos los Días, Sin Excusas

Una de las principales lecciones del libro es la Primera Regla de Harry: Hacer ejercicio seis días a la semana por el resto de tu vida. Sin excusas. Es innegociable. Puede sonar abrumador, pero después de los 50 se vuelve imprescindible. El ejercicio es lo único que combate la "marea loca" dentro de nuestros cuerpos que nos empuja hacia el envejecimiento, la fragilidad y la enfermedad. El ejercicio envía un mensaje constante de "crecimiento", manteniéndonos fuertes, flexibles y optimistas.

El Ejercicio como el Nuevo Trabajo: Sin Comienzo Gradual

Los autores recomiendan tratar el ejercicio como tu nuevo trabajo. Como escribe Chris Crowley:

"Te urgimos a no comenzar gradualmente. Es mucho mejor hacer un corte drástico con el pasado y comprometerse en serio con el futuro. Si estás cerca o en la edad de jubilación, debés hacer de esto tu nuevo trabajo. La marea tiene sus prioridades, y vos debés tener las tuyas. O te llevará por delante.

Hay algo que las personas aprenden en sus carreras, ya sea que sean presidentes de una empresa o empleados de otro nivel. Sin pensar demasiado en ello, aprenden una habilidad que los chicos no tienen. Aprenden a ir a trabajar todos los días y hacer su tarea. Esa simple habilidad es una de las fuerzas organizadoras más poderosas en la vida, y vos la tenés, profundamente grabada en tu mente consciente e inconsciente. Bien hecho. Ahora usala en tu nueva vida. Una de las grandes cosas del hábito de ir a trabajar es que te ayuda a priorizar. El trabajo siempre está primero, excepto cuando se trata de una enfermedad grave o un problema familiar importante. El ejercicio diario debe ser tratado de la misma manera. Si querés tener éxito en esta nueva vida, tenés que darle al ejercicio esa prioridad."

Para mí, el cambio ha sido claro: el ejercicio es mi nuevo trabajo. No hay otra opción si quiero vivir la vida que imagino. Por eso, te invito a reflexionar: ¿Estás tomando las decisiones que te llevarán a un futuro saludable y lleno de energía? ¿O estás dando por sentado tu salud, asumiendo que el envejecimiento y la enfermedad son parte del paquete?

Envejecer es inevitable, pero cómo envejecemos —y la calidad de nuestras vidas— está en nuestras manos. ¡Hagamos lo mejor de ello!Make it stand out

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